El vecino del 4º



El vecino del 4º veía las noticias en un televisor viejo, pero ya no tiene ni eso. El aparato fue vendido junto con su frigorífico para arreglar el ascensor. Ésto formaba parte de un plan de recortes improvisado, que nada tenía que ver con lo que había votado. Pero según se descubrió después, los programas se redactan "por poner algo bonito". Y luego el que gobierna puede hacer lo que le dé la gana.
El vecino está en paro y malvive con las chapuzas. Casi siempre come arroz en casa porque es lo más barato, y esto último no le gusta al presidente. Resulta que el restaurante de abajo paga una comisión por cliente al gestor de la comunidad. Acordaron un chanchullo en el que los vecinos encuentran problemas legales para cocinar, se les exige impuestos suplementarios y comer en el bar se convierte en la única opción práctica.

                    

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